miércoles, 8 de mayo de 2013

¿Por qué resulta tan difícil que la sociedad perciba límites a nuestro desarrollo?

Nos hemos salido de la actual era geólica que debiera ser el Holoceno, para dar un salto hacia el Antropoceno (llamada así por la incidencia claramente antrópica). Al ser humano acomodado, se le hace difícil percibir límites más allá de su propio ombligo. Lamentablemente, una minoría de todos los habitantes del planeta, están creando unas condiciones insostenibles para toda la humanidad y para el resto de seres de la Tierra.

Es posible que la sociedad aún tenga al cambio global como un acontecimiento lejano y no como algo que, además de actual, se está produciendo de manera constante y acumulativa. Un cambio de actitud y una disposición a adaptarnos a él, debería de estar ya en proceso, pero el hecho de que no sea algo con lo que enfrentarnos cada día en nuestra vida cotidiana, como encontrarnos todos los días de frente con la puerta para salir de casa, deja en el olvido de muchas mentes este tema.


Confiar en las innovaciones tecnológicas puede ser un arma de doble filo: a veces esperanzadoras, a veces tan destructivas. Y confiar en los avances de la ciencia puede estar bien, pero uno de los aspectos clave en este ámbito es divulgar y concienciar a la sociedad.


Nos quedamos con la sensación de que gran parte de la sociedad, más que concienciarse de que hay que actuar, adaptarse y cambiar, pareciera que se han concienciado a aceptar el cambio “como venga” sin poder (o más bien sin querer) hacer nada al respecto.

Los momentos difíciles pueden o no ser adversos, dependiendo de cómo los afrontemos. Debemos ser capaces de convertir las amenazas y los problemas, en  retos y oportunidades. Pero nos preguntamos: 

¿Cuánto tiempo pasará y cuántas generaciones serán necesarias para percibir ciertos límites como algo natural y cotidiano?




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